El ante, también conocido como gamuza en perfumería, representa una variación más suave y aterciopelada dentro de la familia de los acordes de cuero. Es una nota que captura la textura sedosa y el aroma delicado del cuero finamente tratado, creando una sensación táctil casi palpable en la composición.
A diferencia del cuero tradicional, el ante se caracteriza por sus matices más dulces y cálidos, con un carácter menos ahumado y más cremoso. Su perfil aromático incluye toques almizclados sutiles, un dejo polvoriento característico y una suavidad que lo hace especialmente versátil en creaciones tanto masculinas como femeninas.
En las composiciones modernas, el ante se utiliza frecuentemente para aportar elegancia y refinamiento, funcionando especialmente bien en combinación con notas florales suaves como el iris, notas amaderadas claras y toques especiados sutiles. Su presencia en una fragancia añade una dimensión de lujo discreto y sofisticación contenida.